CAMINO DE SANTIAGO
De A Susana a Santiago por el Camino del Sureste-Vía de la Plata
De A Susana a Santiago por el Camino del Sureste-Vía de la Plata
El Camino del Sureste-Vía de la Plata conecta la ciudad jacobea con Extremadura y Andalucía. Un buen trecho de su actual trazado coincide con la Vía de la Plata, vieja ruta prehistórica convertida en calzada romana que unía el sur y el norte peninsular, de Mérida a Astorga. Desde Astorga, el Camino del Sureste enlaza con el Camino Sanabrés, que conduce a Ourense y de ahí a Santiago de Compostela.
Ya de camino a Santiago, la ruta más utilizada para cruzar el Ulla era la de Ponte Ulla. Esta quedó destruida un invierno, y también varios canales y tramos del camino quedaron muy deteriorados. Por este motivo era obligado el desvío por Ponte Ledesma en Vila de Cruces. En el Valle de Santa Lucía aún recuerdan este viejo camino que atravesaba por el ayuntamiento de Boqueixón y entraba en Aríns por la Puerta del Valle, donde había una pequeña iglesia hoy desaparecida.
En el lugar de Fornás, en Aríns, quedan restos de un mesón donde comerciantes del Ribeiro hacían la última parada antes de llegar a Santiago.
La última etapa del Camino Sanabrés va de Outeiro (Vedra) a Santiago. Desde Outeiro a A Susana hay casi 8 km por pistas de tierra entre abundantes bosques de eucaliptos y pinos. Esta etapa pasa justo al lado del Centro BTT Santiago de A Susana que ocupa una antigua escuela unitaria rehabilitada.
Saliendo del Centro de A Susana, el Camino atraviesa por una antigua calzada romana y continúa por pistas entre fincas, prados y algún bosque hacia Aldrei, una pequeña aldea a la entrada de la cual hay un conjunto formado por un lavadero, una fuente de piedra y un crucero. A partir de Aldrei, el camino se convierte en pistas asfaltadas con casas aisladas que nos llevan a la vieja vía del ferrocarril. Atravesamos la vía por un estrecho túnel y seguimos a su orilla en dirección a la capilla de Santa Lucía, desde la que se afronta el tramo más hermoso de esta etapa. En sus cercanías encontramos un crucero con un varal muy alto, un viejo molino bien conservado detrás de la iglesia y un puente de piedra que cruza el río Santa Lucía, dando comienzo al tramo que es conocido como camino real de Piñeiro, una calzada empedrada en la que se pueden ver las rodadas de los muchos carros que la transitaron. Atravesamos la aldea de Piñero en dirección a Angrois. El camino de tierra que nos lleva hasta allí transcurre todo tiempo en paralelo al arroyo de Angrois, que nos brinda un hermoso paisaje de prados y bosque de ribera.
Desde Angrois seguimos hasta al Crucero de Sar donde atravesamos la calle del mismo nombre para seguir por la antigua calzada romana de Sar, y desde allí ya divisamos las torres de la ansiada Catedral. Las gentes que venían por esta ruta entraban en la ciudad amurallada bien por la puerta de A Mámoa o bien por la de Mazarelos (la única que se conserva de la vieja muralla) donde aún se puede ver un grabado que recuerda que el vino del ribeiro entraba por aquí.